jueves, 24 de septiembre de 2009

Julie&Julia

Riñón golpeó la puerta de la pieza de Páncreas. Nadie contestó. Si la curiosidad mató al gato, también al Riñón. Abrió la puerta y vio el desorden más desordenado que jamás vio en una habitación.
El placard estaba vacío. Desnudo. El piso no era de alfombra, ni de madera, ni de cerámica: era de ropa. Una remera, otra, dos pulóveres, un buzo colgando del ventilador. En la mesita de luz, papeles de golosinas, botellas de gaseosa a medio tomar y tres energizantes vacíos. Y una caja de pizza con carozos de aceitunas y varios bordes de la maza a desprolijamente mordidos.
Sobre la cama hay un libro de autoayuda. Se titula: "Cómo ganarse el corazón de una mujer en diez rápidas lecciones". Sobre la cama, también, hay un diario abierto en la sección espectáculos. Y con marcador rojo se resalta una publicidad de una película: Julie&Julia.
Cuando Riñón giró para irse de ese cuarto caótico, encontró un cartel en la puerta. "Sabía que vendrías, trasplantable. La invité al cine. Dijo sí. Deseame suerte".

3 comentarios:

  1. Páncreas está conquistando a Rodilla? Tenemos una historia de amor en puerta?

    ResponderEliminar
  2. ayyy Páncreas, Páncreas... disfruta de la película...
    y en todo caos siempre hay orden!

    beso

    ResponderEliminar