viernes, 23 de julio de 2010

EM 14: Toy Story

Ernesto Poroto Marangoni se sentó en la última fila del cine, como a él le gusta. En la fila del pasillo, para que nadie lo moleste. Con su balde de Shrek lleno de pochochos bien calientes, que fue deglutiendo con gran voracidad durante los comerciales. Hasta que la pantalla se amplió y llegó el momento esperado: la nueva peli del ogro...
"Pero, ¿qué es esto? ¿Quién es ese vaquero con cara de tonto? ¿Y ese muñequito gordito que quiere ser astrounauta?", gritó Poroto exaltado. "¡Callate, pelotudo!", le respondió un chico de 10 años que estaba sentado delante suyo. "¡Pero yo quería ver Shrek!”, se quejó Ernesto, con un nudo en la garganta. "Te confundiste de sala, acá es Toy Story", escuchó como respuesta del padre del nene de 10 años, que lo miraba, le sacaba la lengua y le tiraba un avioncito de papel.
Poroto tomó aire, fuerza y resopló Decidió quedarse a ver de que se trataba esta historia que tanto melancolía le generaba. "Sabés, yo no vi la 1 ni la 2 de Toy Story porque justo cuando estrenaron la primera me peleé con una ex novia. Bueno, no me peleé. Ella me dejó. Dijo que era muy pelotudo. Creo que tenía razón, porque todo el mundo me dice lo mismo. Se llamaba Soledad, pero era raro, nunca estaba sola. Siempre con algún amigo. A ella le gustaba esta peli y, para no acordarme de ella, me juré no verla nunca, nunca, nunca. Pero me equivoqué y acá estoy. Uy, que loco. Acá es toy, como Toy Story", le susurró a quien se estaba sentado a su lado sin saber quien estaba sentado a su lado.
"Shhhhhhhhh, dejame escuchar", le contestó una suave y dulce voz. "Está bien. Yo toy acá mirando. Toy Story”, se rió Poroto. "Shhhhhhhhhhhhhhh".
Sesenta minutos después, tras llorar y reir, reir y llorar, Ernesto no aguantó más y gritó: "Maldito L’Oso". Lo echaron del cine después de la protesta generalizada de la gente que ya no lo aguantaba más. "Ustedes nunca volarán. Sólo caerán con estilo", les gritó Marangoni en un ataque de furia de esos que nunca antes había tenido en su vida. Indudablemente, estaba en crisis.
Fue al baño del cine porque los pochoclos le cayeron mal, salió, bajó un piso por el Shopping Abasto rumbo a Musimundo, pero cuando en la escalera mecánica alguien le dijo con una voz dulce y suave: "Linda frase. Es de Toy Story 1. Eso de volar y caer con estilo... ¿Qué otra linda frase tenés para regalarme?".
Ernesto pensó. Tropezó con la escalera mecánica y se cayó al piso. La gente se rió de él. Su cabeza golpeó duramente con el piso. Con un hilito de sangre cayendo por su frente, Poroto contestó con orgullo: "La vida es muy peligrosa. No por las personas que hacen el mal, sino por las que se sientan a ver lo que pasa. La dijo el genial Albert Einstein".
Poroto tomó un pañuelo y se limpió la sangre de su cabeza.

No hay comentarios:

Publicar un comentario