viernes, 17 de septiembre de 2010

EM 22: Superman (post 150...)

Ernesto Poroto Marangoni tardó un minuto y 42 segundos en subir a su departamento, quitarse el pijama de Batman, ponerse la remera de Superman color azul Francia, su pantalón jogging azul Francia, sus zapatillas azules y ganar la calle con un entusiasmo que hacía rato no lo invadía. Su ritmo de caminata de 2 minutos 10 segundos por cuadra, cronometrado por su amigo Rodríguez, fue superado por amplio margen: 46 segundos menos cada 100 metros. Es más: alguna cuadra la hizo corriendo.
De repente se detuvo y se habló a sí mismo. “Calma, Ernesto, calma. Vos no sos así. La ansiedad no es buena consejera”. Camino más despacio, najo el ritmo, y recordó aquello que una vez dijo Facundo Cabral, el cantante que entonaba aquella preciosa melodía titulada Vuele bajo: "Libérate de la ansiedad, piensa que lo que debe ser, será, y sucederá naturalmente".
A dos cuadras más con paso sereno le siguió una corrida desenfrenada por otras cinco. No había caso: las emociones no se controlan. Se viven. Se palpitan. Se sienten. Se palpan. Se sufren. Se gozan. Se desvanecen.
Un cartel en la puerta decía: "Bienvenido a la reunión por el Día de Prevención del Suicidio". Por primera vez en mucho tiempo, Ernesto Porto Marangoni sintió que algo tenía sentido en su vida. A veces hasta las cosas más extrañas tienen sentido. Al fin de cuentas, ¿quién determina que es extraño y que no? Al fin de cuentas, ¿quién determina que tiene sentido y quién no?
El cartel estaba puesto en la entrada de un PH. Ernesto tocó el timbre. Una voz agradable y suave atendió.
-Buenas tardes.
-Buenas tardes. Yo me llamo Poroto. Mi apellido es Ernesto. Me dicen Marangoni… No, perdón, dije todo mal. Estoy un poco nervioso. Me llamo Ernesto. Me apellido Marangoni. Me dicen Poroto… me quedé pensando: ¿se dice me apellido?
-Sí.
-Perfecto. Bueno, mi portero José me dio una nota que tenía esta dirección…
-Sí.
-Y vine a esta dirección…
-Sí.
-Y acá estoy...
-Sí.
-¿Puedo pasar?
-No
-¿Por qué?
-La reunión es a las 17. Son las 10. Faltan siete horas. ¿No leyó toda la nota?
-No, salí corriendo antes. Me cambié mi pijama de Batman y vine lo más rápido posible.
-Bueno, te esperamos más tarde, ¿si? No olvides la contraseña.
-¿Cuál contraseña?
-La de la nota... ¿No leiste toda la nota?
-No.
-Bueno es fácil. Es una frase de la película Superman, que nació en el planeta Krypton, con el nombre de Kal-el.
-Ok, decímela.
-Ahí va: "Jamás estarás solo. Viajarás muy lejos, mi pequeño Kal-el, pero no te abandonaré ni aún cuando la muerte nos lleve. La riqueza de nuestras vidas pasará a ti. Todo lo que tengo, lo que he aprendido, mis sentimientos, todo eso y más pasará a ti, hijo mío. Seré tu compañero todos los días de mi vida. Harás de mi fuerza la tuya. Verás mi vida a través de tus ojos y yo la tuya a través de los mios. El hijo se convertirá en padre y el padre, en hijo. Este es mi legado, todo lo que puedo darte, Kal-el". Fácil.
-¡Es imposible recordarla!
-Ok, entonces estarás en la segunda fila y decí la segunda contraseña.
-¿Cuál es?
-Poroto...

3 comentarios:

  1. jajjaaj GENIAL!! :)
    ANonimo
    ANONIMO ES GENIAAAAL ELLA NUNCA PERDERAAAA





    WIIII
    creo q no sabes quien soy :)

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  2. FEEEEELIZZZZZZZZ POOOOOOOOOOSTTTTTTT NUUUUUUMEEEEEEEEEROOOOOOOOOOOOOOO CIIIIIIIIEEEEENNNNNNNNTOOOOOOOO CIIIIIINCUUUUUEEENNNTAAAAAAAA
    tu nuevo admirador (:

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  3. 150? Felicitaciones Caballero!

    Ya quiero saber si Poroto cumplirá con su destino o una contraseña caprichosa se lo impedirá.

    Besos

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