miércoles, 19 de septiembre de 2012

Sudestada

Desparramadas sus almas por el universo, con corazones resquebrajados por los golpes de la vida, el viento los revoleó por el aire y los puso en la misma vereda. Nunca caminaron a la par, pero caminaron de la mano. Y eso es bastante en tiempos donde las manos tocan más tecnología que piles. Se agarraban, se acariciaban, se soltaban, se apretaban... Y volvían a empezar en este juego de 20 dedos que van y vienen, vienen y van.
Acurrucadas sus almas, abotonados sus pulgares, enfrentaron tormentas con paraguas de cristal y soportaron terremotos en casitas de papel. Pero esto no se trataba de almas intocables, de almas que nadie ve y todos glorifican. De almas escondidas detrás de cinco letras. De almas arpías espiando los futuros que no vienen y refregándose los ojos con los presentes que se van sin saborear. No se trataba de almas, sino de órganos vitales.
Le dio sus ojos para mirar juntos y quiso su nariz para oler primaveras. Le dio su nariz, aún con el riesgo de no saborear más aromas de flores, y le pidió su boca para devorar el mundo. Le dio su boca, entonces, pese a pasar días famélicos, pero ahora el deseo fueron los pulmones para tener más aire. Le dio sus pulmones aunque le faltase oxígeno, pero ahora el pedido era su miembro para saber que se siente. Le dio su miembro matando su hombría, pero escuchó esa vocecita pedigüeña y exigente que iba por más y más: "Quiero más. Lo merezco. Quiero todo. Quiero tu corazón para que sea mío. Tenerlo, tocarlo, sentirlo, manejarlo. Tenerlo en mi mano y comerlo de un bocado".
Era capaz de darle todo, pero el problema es que no todos los todos son las mismas cantidades. Algunos todos huelen a mucho para el que entrega y a poco para el que recibe. O viceversa. Algunos todos son migajitas para quien espera se enamora de la torta de mañana sin apreciar el pan de cada día.
Se sacó el corazón para satisfacer el pedido. Se lo dio en un hermoso paquete de regalo. Y le dijo: "Es tuyo. Como siempre. Pero no latirá igual en tu mano. Sus latidos no golpearán con la misma fuerza que antes". Esa noche había sudestada. El viento desparramó sus almas por algún lugar del universo.

6 comentarios:

  1. Gran cuento, muy buenas metaforas e imagenes mentales. Creo que tenes futuro en escribir!

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  2. Me encanto, muy buen escritor!

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  3. Encantador relato... un placer leerlo...

    Saludos desde mia mareas azules...

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  4. Me ha transmitido mucho este texto! me gusta mucho,felicidades!!

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  5. me encantó la frase: "De almas escondidas detrás de cinco letras", nada, eso.

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