jueves, 29 de noviembre de 2012

Bomboncito 3: Encarcelado

Había una vez un payaso llamado Bomboncito que nació en la cabeza de un narrador de alcantarillas. Tenía mil días por vivir, mil sonrisas que entregar, mil historias que contar. Y ahí estaba Bomboncito, yendo de una neurona a otra, imaginando escenas, soñando actuaciones. Siendo feliz a su manera dentro de este calabozo a modo de cráneo.
Como en tantos cuentos reales o ficticios, la trama ha llegado a un nudo que cuesta desenredar. Blanco creativo, que le dicen. ¿Demasiado rápido ya que sólo van dos capítulos? Es posible. Pero así están las cosas para el payaso Bomboncito. Quiere ser libre y traspasar monitores, pero no hay dedos que tipeen sus aventuras de héroe frágil y acovachado. Y sacar sonrisas tontas con chistes bobos. Como aquel que pregunta quien es el hombre más calmo del mundo, y se responde el hijo de Suiperman, porque es supermansito...
Al fin de cuentas, como decía aquella vieja canción, todos somos héroes anónimos, guerreros en este lugar. Peleando con el corazón...

2 comentarios:

  1. Narrador de alcantarillas es una excelente frase, pero me dispara miedo.

    Supermansito, me produjo más que risa, mucha ternura.

    No me gustan los payasos, pero este es un payaso desamparado.

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  2. Me morí de la risa con las tres entradas del pobre payaso Bomboncito...
    Hace falta mas gente en el mundo que ande con ganas de sacar sonrisas a los demás.
    La escena del paragua no tiene desperdicio!!

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